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Por Bill Center / San Diego Padres (cortesía mlb.com) | 15 de Junio de 2016

SAN DIEGO -- Cuando los Padres adquirieron al venezolano José Pirela de los Yankees en noviembre del 2015 a cambio del prospecto de pitcheo y también venezolano Ronald Herrera, el infielder/jardinero llegó a San Diego con cierta fama.

La de un buen bateador…pero sin una posición fija. Sin embargo, en su primera campaña en la organización de los Frailes, la reputación de Pirela sufrió un golpe porque el "Águila Negra" no tuvo un buen desempeño con el bate ni en Triple-A El Paso ni con los Padres, antes de perderse la mayoría de la temporada por una dolencia en una pierna.

Pero ahora sí ha sobresalido en el plato.

Desde que ascendió desde El Paso el 6 de junio, Pirela lleva promedio de .441 (de 34-15) con cuatro dobles, dos jonrones y siete impulsadas. En una racha de siete partidos con al menos un imparable -- que concluyó el miércoles en el cierre de la serie de los Padres contra los Rojos -- Pirela tuvo seis encuentros con al menos dos imparables, además de cinco boletos negociados. Desde que se integró al equipo grande, el oriundo de Valera lleva porcentaje de embasarse de .513 con .735 de slugging, para OPS de 1.248.

Con El Paso, Pirela bateó .331 con 10 dobles, tres triples, 10 cuadrangulares y 42 remolcadas en 48 partidos con 1.022 de OPS y .635 de slugging.

"Cuando platicaba con [el dirigente de El Paso] Rod Barajas, él siempre señalaba lo bien que Pirela estaba bateando", expresó el manager de San Diego, A.J. Green.

El piloto de los Frailes no había visto dicho desempeño en el 2016. Pirela no estaba equilibrado en el plato. Mantuvo su agresividad, pero tenía problemas con la recta y con los pitcheos rompientes. No había demostrado el nivel que le dio promedio sobre los .300 en tres temporadas consecutivas en la Liga Internacional, que tiene fama de ser un circuito que favorece a los lanzadores.

"El año pasado fue difícil para Pirela, mientras trataba de encajar y demostrar lo que podía hacer en una nueva organización", declaró Green. "Pienso que no le fue bien la temporada pasada".

¿Y qué tal este año?

"Ha tenido un buen swing", indicó Green. "Cuando lo ves entrar a la caja de bateo, sabes que dará hit. Es uno de esos muchachos que ha bateado toda su vida en todos los niveles. Esta es la clase de jugador que era cuando lo adquirimos en el cambio.

"Es bueno verlo recuperar su nivel. Su swing luce fantástico, mucho mejor que antes. Estoy contento con lo que he visto hasta ahora. Está equilibrado en la caja de bateo. Ahora está en una mejor posición para batear y les está pegando fuerte a las bolas, tanto las rompientes como las rectas".

Por eso, con tal de que Pírela siga bateando, Green afirmó que le encontrará tiempo de juego en la pradera izquierda y en la intermedia. Cuando Pírela juegue en la segunda base, su compatriota Yangervis Solarte pasará a la antesala.