Por Ben Harris / Cortesía de MLB.com | 11:00 AM
FILADELFIA -- Ender Inciarte se quedó a un hit de hacer historia.
Al jardinero central venezolano, que el miércoles se fue de 10-8 en la barrida de los Bravos durante la doble tanda ante los Filis en el Citizens Bank Park, le faltó un imparable para empatar el récord de las Grandes Ligas de nueve hits durante una doble cartelera. El hito fue alcanzado por última vez en 1961 por Lee Thomas de los Angelinos. Inciarte también tomó un boleto en el primer juego, en el que se fue de 5-5.
"Fue divertido. Uno llega al estadio pensando que va a jugar dos juegos y que te quieres embasar para tus compañeros, y terminé teniendo un muy bien día", dijo Inciarte.
Ese "muy buen día" lo ayudó a elevar su promedio de bateo de un estupendo .301 a .310 en cuestión de pocas horas.
Inciarte, que además es uno de los mejores jardineros centrales defensivos de la Gran Carpa, ha venido acumulando un impresionante número de hits las últimas temporadas sin hacer mucho ruido. Desde el 2015, su segunda temporada en las Grandes Ligas, ocupa el cuarto lugar entre los patrulleros con 485 hits. Y esta temporada sólo dos peloteros en ambas ligas han dado más hits que él: Su compatriota José Altuve y Charlie Blackmon.
"Es impresionante", dijo el abridor colombiano Julio Teherán. "Fue un gran día para él. ¿Dar ocho hits en un día? Bien impresionante".
Nada de lo que vio Inciarte del pitcheo de los Filis fue capaz de detenerlo el miércoles. Aprovechó errores y conectó buenos lanzamientos, les pegó a envíos adentro y a otros en la esquina de afuera, dándole bien a todo lo que pasaba cerca del plato. ¿Qué tan impresionante fue la jornada al margen de los ocho hits? Sólo abanicó la brisa ante dos envíos.
"Sólo salió allá afuera a hacer swing", dijo el manager de los Bravos, Brian Snitker. "Fue fantástico. No estaba tratando de hacer swings muy fuertes, sino swings bien balanceados, buenos, y evidentemente también estaba viendo la bola muy bien".
Siete de los ocho hits fueron contra los primeros tres pitcheos, y el otro ante el cuarto ofrecimiento del turno. Cuando vio algo que le gustaba, hizo swing y le pegó a la bola. ¿Recta afuera? Tres sencillos. ¿Sliders? Dos sencillos más y un triple. ¿Curva adentro? Otro sencillo.
"Para ser honesto, no estaba tratando de hacerle swing a todo, pero sí pude hacerle swing a buenos pitcheos y esa fue la clave", dijo Inciarte. "Las últimas dos semanas le había estado tirando a muchos lanzamientos malos, pero esta vez mejoré, le hice swing a strikes".
Después de sumar su tercer juego de 5-5 de la temporada en el primer duelo, Inciarte se unió a Kenny Lofton como los únicos peloteros de los Bravos con tres juegos de cinco hits en una temporada desde que se tienen esos registros (a partir de 1913).
Y aunque el día de Inciarte se quedó apenas corta de convertirse en una jornada histórica, sí sirvió como bujía para los Bravos. En ambos cotejos, Inciarte inició la acción con sencillo, se robó segunda y anotó. El segundo juego lo abrió tirándole al primer pitcheo, una recta de 91 millas por hora ante la que sacó un cohete de una base.
"Hoy fui muy agresivo al plato. Abaniqué buenos lanzamientos", dijo Inciarte. "¿Por qué dejar pasar una recta en el medio si me estaba sintiendo tan bien? Así que terminé dando el hit y de paso le di un envión anímico al equipo".