Nota Cortesia: lasmayores.com
CLEARWATER, Florida -- Jimmy Rollins es el líder histórico en imparables de los Filis de Filadelfia. El encargado de reemplazarlo en el campocorto bateó un promedio de .176 la campaña pasada.
Freddy Galvis tendrá que superar lo que se espera de él para estar cerca de la producción al ataque que los Filis recibieron de Rollins, quien durante el receso de invierno fue traspasado a los Dodgers de Los Ángeles luego de 15 años con el equipo.
Galvis no es un recién llegado. Ha jugado 117 partidos con los Filis pero el equipo espera un mejor desempeño en el plato. El pelotero de 1,75 (5 pies 10 pulgadas) metros de estatura está ansioso de tener una oportunidad de ser titular.
"Estoy listo", dijo Galvis el domingo. "Creo que si tienes la oportunidad de jugar todos los días puedes prepararte mejor, es una forma de tener más turnos al bate. Si en un partido te vas de 4-0, tendrás una nueva oportunidad en otro juego".
Galvis debutó en 2012, pero aún tiene que afianzarse en una posición. Las lesiones y una suspensión por dopaje le frenaron. Y aunque la salida de Rollins dejó una vacante en el campocorto, todavía tiene mucho por demostrar con el madero. Su promedio de por vida es de .218 pero unos Filis en remodelación pueden ser pacientes con él.
Si bien su porcentaje de bateo es bajo, ha mostrado algo de potencia al conectar 13 jonrones en 171 partidos. Sin embargo, también se ha ponchado en 104 ocasiones.
"Tendrá recordatorios constantes de lo que necesita hacer al ataque para ayudarnos a ganar partidos, es lo que se espera de él", dijo su manager Ryne Sandberg. "Necesita estar listo para hacer jugadas como batear y correr, tocar y poner la pelota en juego".
En otras palabras, no se tratar de emular a Rollins, quien rebasó la marca de 20 cuadrangulares en cuatro campañas y el año pasado dio 17.
"Jimmy era el mejor en Filadelfia", dijo Galvis. "Tengo que hacer mi juego, no el de Jimmy".
Galvis estaba en la lista de lesionados en su campaña de novato cuando fue suspendido por 50 partidos al dar positivo por Clostebol, una sustancia para mejorar el desempeño prohibida por Grandes Ligas. Entones dijo que nunca habría usado ninguna sustancia prohibida y que desconocía cómo llegó a su organismo.
El año siguiente tuvo su mejor campaña con promedio de bateo de .234 y seis jonrones en 70 partidos. En ese año jugó en la intermedia, la antesala, torpedero y el jardín izquierdo.
Pero también se vio afectado por una infección en la rodilla izquierda durante las prácticas de primavera y comenzó la campaña con dos hits en 42 turnos antes de que lo enviaran a las menores en mayo. A su regreso a los Filis bateó para .247 y un promedio de slugging y embasado (OPS) de .760, cifras que significará un progreso si Galvis las mantiene durante toda una campaña.
Este artículo no estuvo sujeto a la aprobación de Major League Baseball ni sus equipos.